De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, la ética es un conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. La palabra ética proviene del latín ethicus, y este del griego antiguo (êthicos), derivada de êthos, que significa 'carácter' o 'perteneciente al carácter'.
En referencia al ámbito en la aplicación de la investigación científica, se habla de ética profesional y que puede aparecer recogida en los códigos deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de cumplimiento obligatorio.
Si se va a realizar investigación científica, se necesita estar al tanto de los acuerdos generales que comparten los investigadores sobre lo propio y lo impropio al efectuar una indagación científica; entre estos, se pueden mencionar la participación voluntaria, no lastimar a los participantes, el anonimato y confiabilidad, la presentación de análisis e informes y las normas que rigen las instituciones académicas.
Normas éticas que los investigadores deberían tener presente:
• evitar el riesgo de dañar considerablemente a la gente, al medio ambiente o a la propiedad sin necesidad.
• obtener el consentimiento informado de todos los involucrados en el estudio.
• preservar la privacidad y la confidencialidad cuando sea posible.
• no ofrecer grandes recompensas o exigir el cumplimiento de contratos obligatorios para el estudio.
• no plagiar el trabajo de otros.
• no desviar sus conclusiones dependiendo de su financiación.
• no cometer fraude científico, falsificar la investigación o tener una mala conducta científica.
• no utilizar la posición de evaluador de colegas para dar opiniones falsas de colegas con el objetivo de castigar o dañar a los pares científicos.
Básicamente, la investigación debe seguir todas las regulaciones brindadas, así como también anticipar los problemas éticos que puedan surgir en la investigación.